Personalidad
La forma como pensamos, sentimos y actuamos, tiene que ver con nuestra personalidad, esa serie de rasgos que nos da individualidad. Las personas no sólo se difieren en sus capacidades intelectuales sino también en sus deseos, sus sentimientos, sus motivaciones, su conducta y la manera en que se perciben a sí mismas y a los demás.
Comencemos a definirla...
El concepto de personalidad es un término que deriva del griego (prosopón) y del latín (personare, persona), que significa resonar, sonar con fuerza. Esto se refiere a las máscaras que utilizaban los actores en las representaciones teatrales, cada máscara se asociaba con un tipo de carácter, por lo que el público ya se iba preparando para el papel que cada personaje iba a representar. Es en la Edad Media que la palabra persona adquiere su significado actual de identidad propia, lo que hoy entendemos como personalidad quedaba recogidos en conceptos como razón, psique o ser humano.
Entre las definiciones que encontramos en el diccionario de la Real Academia Española (RAE), las más aproximada sería: Diferencia individual que constituye a cada persona y la distingue de otra. Y en la que se sugiere que lo que constituye a una persona, su personalidad, viene dada por un conjunto de cualidades. Sin embargo lograr la definición de personalidad es un trabajo mucho más complicado, pues muchas veces mal interpretamos lo que significa y por lo tanto la empleamos de manera inadecuada. Así que hablemos de otras concepciones.
La frase de Burham (recogida en Pervin 1990a, pág 12) "Todo el mundo sabe lo que es la personalidad, pero nadie puede expresarlo con palabras", resume uno de los primeros problemas que nos encontramos cuando dar una definición científica de personalidad, y para evitar hojas y hojas de cientos de definiciones de varios autores, definiremos finalmente a la personalidad como lo que hace referencia a la forma de pensar, percibir o sentir de un individuo, que constituye su auténtica identidad y que está integrada por elementos de carácter más estables (rasgos) y elementos cognitivos, motivacionales y afectivos más vinculados con la situación y las influencias socio-culturales que entrarán en juego en la determinación de la conducta futura, aunque la personalidad no cambiará según las emociones del sujeto, sino que ésta permanece estable.
Concepto vulgar
Puede entenderse como algo aditivo y genitivo, Aditivo porque es algo que se añade o yuxtapone al ser de la persona, a pesar de que la imagen manifestada no corresponda con la persona a la que desea representar. Pero la persona ni tiene una imagen, ni es una imagen; el ser de la persona trasciende lo que se manifiesta.
Genitivo porque la personalidad se concibe como algo, como una imagen o representación de alguien. Tan importante es hoy ese aspecto, que en el uso coloquial del lenguaje, es frecuente que la expresión "tener o dar una buena imagen" signifique o se entienda como ser "alguien". Sino se dispone de una cierta imagen social, no se es alguien, sino "un nadie".
Para entenderlo mejor... Concepto vulgar vs Real
Vulgar
Depende de las personas, cambia.
Se confunde con el temperamento
Cambia según el sujeto crece
Concepto Real
Es la misma a pesar de la edad
Es constante